Pudiendo explicartelo de mil maneras, prefiero explicarmelo a mi mismo, si es cierto que no queda mucho, solo hipertrófia cardiaca.
La sangre, los mareos, los desmayos.
La otra mujer -canta Nina Simone- es perfecta donde la otra falla.
No puedo ver morir a alguien y levantar la mirada y enamorarme de quien sostiene su mano.
No puedo esperarte.
No puedo seguir vivo.