El insomnio llega, uno se acostumbra a dormir tarde y levantarse temprano, ya no hay más horas de sueño, inician las pesadillas que no le agradan a uno, despierta y la óptica es absoluto obscuro, nada, ni sonidos, coches o algo, uno podría asumir que está absolutamente ahogado en otro lado, donde no hay humanos.
Y que pasaría, nada, al principio
… pensar en mi siendo el último habitante del planeta me da pereza, me voy a dormir
MÁS, MÁS MATERIA IDÉNTICA A TODA LA CAGADA QUE BABEL LLEVA POR DENTRO. LAS NOCHES NO TIENEN FIN, NI PIEDAD. LOS DÍAS QUIZÁ SON PEOR, AUNQUE SIEMPRE EXISTIRÁ LA DOBLE CARA, PARA VARIAR.
No hay existencia sin reflejo. Mejor la muerte del sueño.
Y aun así dentro del sueño lo que no quiero ver