ésta mañana de Junio, tose, mira por la ventana, la silueta del árbol, ese árbol donde lo esperaba antes de tener las llaves
tose de nuevo, su voz ha cambiado y caen como meteoros los recuerdos de todas las mañanas con tos, gripe, dolor, que sólo se encontraba sin cobijas, porque se las habían ganado, se levantaba y se preparaba un té, ponía miel y búscaba una cobija para dormir en el sillón
pronto llegará la primer tormenta, pero aun sigue haciendo calor, y se pregunta para que ir por las flores, para qué poner un dulce cerca de la puerta?, para qué quitar el polvo de la fotos?, para qué cambiar?
ahora da un sorbo y no sabe que es cortejar a alguien, no recuerda el sentido de llamar y preguntar por su mañana, por su día, de llevarle un dulce, de ir por un helado, de en la puerta de su casa despedirse de un beso en la mejilla, no recuerda nada de eso, la última vez empezó con sexo y termino sin sexo, y sin nada en realidad, sólo bolsas cerca de la puerta que vendría a recoger
ésta mañana de junio no tiene sentido nada, es posible que todo esté ya llegando a su final, porque esta lluvia de junio, por la mañana, lo inunda, el calor en su garganta, siempre pensó que podría correr y decirle que lo intentaran una vez más
pero da el último sorbo y recuerda que no era necesario, era cómodo olvidar sus enojos y ni moverse, olvidaría todo y seguiría como cada mañana buscando la compañía del sillón
sonríe, es posible que invite a alguien por un helado